La
crisis económica es tan intensa que para sobrevivir las empresas deben ajustar
hasta la última “tuerca” de su modelo de negocio; no se puede desaprovechar ninguna
oportunidad de mejoras que tengan impacto directo sobre los resultados.
Pero,
¿dónde están esas oportunidades? ¿Cuáles son los principales factores que
inciden en la rentabilidad de la empresa? Para contestar estas preguntas
conviene acudir a un clásico del management,
Alfred Rappaport, que identificó los 7 principales factores que afectan a la creación
de valor:
- Crecimiento de las ventas
- Margen de beneficio operativo
- Tasa efectiva de impuestos
- Inversiones en activo circulante
- Inversiones en inmovilizados
- Coste de capital
- Duración de la creación de valor
Puede
sonar utópico pretender un crecimiento
de las ventas en estos momentos en que los mercados se están hundiendo,
pero eso es así solo cuando nos limitamos a hacer “más de lo mismo”,
pretendiendo arrebatarle cuota de mercado a nuestros competidores de siempre.
Estos son tiempos que exigen el lanzamiento de nuevos productos y la entrada en
nuevos mercados, especialmente mediante la expansión internacional.
Para
mejorar el margen operativo se puede
trabajar sobre los precios y sobre los costes. Ahora es difícil hacer algo por
el lado de los precios, pero seguramente existen oportunidades para la
reducción de costes y para deshacernos de productos o clientes con rentabilidad
negativa.
El Impuesto de Sociedades que
efectivamente se pague puede llegar a ser considerablemente inferior a la tasa
nominal. Para eso hay que disponer de un buen asesor fiscal que planifique adecuadamente
la fiscalidad para aprovechar las oportunidades que brinda la regulación de
reducir la tasa efectiva.
La
inversión en activos circulantes puede
reducirse mediante programas de optimización que mejoren su gestión,
especialmente en lo relativo a cuentas a cobrar e inventarios.
La
liquidación de activos fijos
improductivos, la externalización de procesos, el alquiler, son decisiones que
permiten que para un mismo nivel de actividad se utilicen menos inmovilizados.
Respecto
al coste de capital, en momentos en
que es muy difícil conseguir financiación se paga el precio de intereses muy
altos, por eso lo mejor es tratar de reducir su necesidad mejorando la gestión
de los activos circulantes y fijos.
La “duración” se refiere al período de
tiempo durante el cual las inversiones en la empresa logran una rentabilidad
mayor que el coste de capital. Una cultura de cuidadosa asignación de recursos
y de continuo seguimiento de la rentabilidad obtenida ayudan a prolongar este
período.
Las
circunstancias específicas de cada negocio harán que algunos de estos 7
factores tengan mayor prioridad que los otros, pero trabajar sobre todos ellos
es lo que nos asegura que no estamos desaprovechando ninguna oportunidad de mejora
de resultados.
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