Escalabilidad, o crecimiento con alta rentabilidad


Se está usando mucho el término “escalabilidad”. Si tiene planes de crecimiento, y especialmente si piensa financiarse mediante Capital Riesgo es necesario que tenga en cuenta lo que implica este concepto.

Definida simplemente se puede decir que escalabilidad es el potencial que tiene una empresa para mantener o mejorar su rendimiento cuando pasa por un período de fuerte crecimiento. Se tiene mayor escalabilidad en la medida en que el crecimiento relativo del rendimiento sea superior al crecimiento de las ventas.

El concepto de escalabilidad es aplicable a distintos elementos de la empresa, ya sea su infraestructura operativa, su organización, sus procesos, o sus resultados económicos.

Se puede decir que un sistema informático es escalable cuando puede acomodarse al crecimiento de transacciones y usuarios, aumentando sus capacidades sin sobresaltos. Un proceso es escalable cuando puede absorber mayor carga de trabajo sin perder eficacia. Una organización es escalable cuando las estructuras y las personas pueden acompañar el crecimiento sin colapsarse. Un modelo de negocio es escalable en tanto siga siendo válido para niveles de actividad mucho mayores.

Y en lo que nos ocupa, la economía del negocio, escalabilidad es la capacidad de aumentar los resultados en mayor proporción de lo que lo hace el nivel de actividad. Viene a ser lo que siempre se ha llamado “apalancamiento operativo”, o sea la capacidad de apalancar (en el sentido de multiplicar el efecto) los beneficios en base al crecimiento de las ventas, que en la práctica se traduce en que, por ejemplo, un aumento de las ventas en un 50% produzca un aumento del beneficio del 120%.

En principio este potencial depende de la proporción de costes fijos y variables en los costes totales: a mayor proporción de costes fijos mayor apalancamiento, ya que ante mayores ventas solo se incurre en los costes variables, con lo que el margen se incrementa, tanto de forma absoluta como relativa.

Los principales factores estructurales que afectan a la escalabilidad son tres:

·         Estructura de costes fijos/variables. Que está bastante condicionada por la tecnología de los procesos operativos, aunque siempre hay un cierto margen de maniobra para definir esa estructura de acuerdo a nuestros objetivos y políticas.

·         Curva de experiencia. La potencialidad de aumentar nuestra productividad a medida que se incrementa la producción acumulada.

·         Economías de escala. La posibilidad de lograr reducciones de costes unitarios de un producto o proceso en tanto aumenta el volumen absoluto por período.

Estos factores están muy predeterminados por el sector de actividad de nuestro negocio. De todas formas podemos tratar de aprovecharlos al máximo según el estadio de crecimiento al que hayamos llegado. En ese sentido y en relación a la estructura fijos/variables se la puede reconfigurar a una más apalancada cuando la trayectoria comercial permita disminuir la incertidumbre sobre el nivel mínimo alcanzable de ventas. Se puede facilitar la obtención de los beneficios de la curva de experiencia fomentando la mejora continua. Se puede también aprovechar las economías de escala estando muy atentos a las oportunidades de un mayor grado de integración vertical (hacer o comprar), generadas por el mayor tamaño.

Todo crecimiento rentable puede ser bienvenido, pero hay que tener claro que puede ser insuficiente para inversores de Capital Riesgo. Estas firmas esperan una rentabilidad muy alta para sus inversiones, y por eso es que dan tanta importancia a la escalabilidad. El no tener una alta escalabilidad no desmerece a una empresa sino que la debe orientar al tipo de financiación que debe buscar y al ritmo de crecimiento al que puede aspirar.

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